“La reconciliación interna con la madre, sana las heridas”

Toda mujer establece con su madre al nacer, una relación que está determinada por las circunstancias personales de ambas y también por condicionantes socio-culturales que toda mujer interioriza como tal. Profundizar conscientemente en el vínculo de madre-hija es una oportunidad de sanar mis relaciones presentes, dado que el modelo relacional que tenemos se construyó con esta mujer en mi pasado y lo llevamos a todas las relaciones a lo largo de mi vida. Nacemos dependientes y necesitamos la atención, cuidados, miradas, palabras, roces…para desarrollar el proyecto humano que late dentro de cada una, así se va construyendo el vínculo, y será la madre con Su Ser y Estar la que nos conecte al Mundo y a las Relaciones. Este trabajo es con una misma, no con la madre real, es con el modelo internalizado de vínculo, y que expresamos en todas las relaciones: conmigo, con el mundo, con mi cuerpo, con los demás. Y culmina este proceso cuando asumimos nuestra adultez y la capacidad de atender mis necesidades, cuidar mis heridas y acompañarme.